Según ha informado este jueves el Área de Salud en un comunicado El Área de Salud de Ibiza y Formentera ha recibido este año un total de 64 notificaciones por agresiones a personal sanitario. La mayoría de los expedientes, 23 en concreto pertenecen a médicos seguidos de enfermeras con 18 notificaciones. Por su parte, se han registrado un total de 15 partes por parte de auxiliares administrativos, 3 de los celadores y 3 comunicados de técnicos.

Así, en los primeros nueve meses de 2022, se han registrado en el sistema NIRA estas 64 agresiones frente a las 37 notificadas en 2021 (lo que supone un incremento del 72,9%). De ellas, el 81 por ciento han sido verbales, un total de 52, y el 19 por ciento han sido físicas, 12 en total.

En Emergency Staff sabemos que se ha avanzado en las medidas reactivas, en aquellas cuestiones que se deben abordar una vez se ha producido la agresión, quizás también en ciertas medidas de contención con la contratación de personal de seguridad en los centros sanitarios. Sin embargo, falta claramente realizar un impulso a las medidas preventivas: aquellas medidas necesarias para que las agresiones no ocurran.  Entre ellas destacan formar a la población con campañas de concienciación y sobre todo formar a los profesionales sanitarios para que sean capaces de visualizar los signos de alarma que preceden a una agresión, aprendan a reconducir una situación hostil, aprendan a huir y a escapar del escenario de agresión mediante técnicas instintivas de autodefensa. Una formación para que sea efectiva debe tener un marcado enfoque sanitario que potencie las capacidades inherentes al colectivo y tenga en cuenta las particularidades de su trabajo en sus diferentes áreas. Impulsar un plan de formación de estas características parece un ejercicio mucho más lógico y coherente que encargar cursitos de defensa personal que a la hora de la verdad no servirán absolutamente para nada.

Gracias a la concienciación de diferentes centros hospitalarios cada vez son más los sanitarios que poseen de las herramientas adecuadas para hacer frente a una situación que pueda desencadenar en agresión, entre ellos, el hospital de Can Misses, Ibiza que a lo largo de los años ha formado a los empleados en nuestra formación de Control del Paciente Agitado/Agresivo. Las agresiones al personal sanitario como a cualquier otro colectivo o sector de la población son un fracaso social abrumador. Como sociedad es inadmisible agredir a las personas que se ocupan de nuestra salud.