El personal de seguridad ha evolucionado en los últimos años de una forma rápida y sorprendente en lo referente a las competencias funcionales. Esto es debido, a una clara y rotunda demanda que ha determinado que los responsables de seguridad asuman una serie de competencias de forma natural, progresiva e inevitable para controlar a los usuarios de los diferentes establecimientos.
Ejercer sus funciones con mayor seguridad y establecer protocolos de actuación para conseguir una mayor eficacia y homogenización en las intervenciones que requieran su actuación.