Cualquier persona puede sufrir un paro cardiaco.
Puede ser un compañero de trabajo, un familiar, o un desconocido o desconocida en la calle. La parada cardiaca no se puede predecir, pero lo que si podemos es estar preparados. En nuestro país se producen 30.000 paradas cardiacas súbitas al año. Casi el 80% tiene lugar en la vía pública, lugares de trabajo, hogares o lugares de ocio. Solo el 5% de quienes sufren una parada fuera del entorno hospitalario sobrevive. Para atender a una persona en parada cardíaca y conseguir que recupere el pulso sin riesgo de secuelas irreversibles, tenemos menos de cinco minutos. A partir de entonces por cada minuto que pasa se pierde un 10 % las posibilidades de supervivencia. Esa es la razón de que sea tan importante instalar un DESA en empresas, hoteles, restaurantes… En general en cualquier lugar con afluencia de personas.