El pasado 1 de mayo a las siete y media de la tarde, justo media hora antes de  la cena, en el polideportivo de Sa Blanca Dona que el Consell de Ibiza ha acondicionado como albergue provisional para personas en situación de vulnerabilidad durante el Coronavirus, se vivió una situación que permanecerá en la memoria de las personas que la presenciaron durante largo tiempo. Uno de sus usuarios, un hombre de unos 45 años, que estaba en la puerta del Polideportivo hablando con su mujer, se desploma repentinamente. Otros usuarios del centro que presencian la escena avisan en recepción para que llamen al técnico de emergencias Renzo Napoli que estaba allí en ese momento.

Cuando el señor Napoli llega al escenario se encuentra al hombre en el suelo situado en posición lateral convulsionando. Rápidamente lo pone boca arriba y observa que le cuesta respirar. Lo tiene claro, está ante una parada cardiaca. Incia el protocolo de RCP, solicita al personal de seguridad que le traigan el desfibrilador que hay en el polideportivo y avisen al 112 mientras él comienza las maniobras de reanimación. Afortunadamente el polideportivo de Sa Blanca Dona cuenta con un desfibrilador semiautomático suministrado por Emergency Staff en su día.

En cuanto el señor Napoli coloca los parches del DESA y el dispositivo analiza el ritmo cardiaco del paciente, el dispositivo recomienda una descarga. Renzo presiona el botón de descarga tras lo cual continua la RCP. En menos de un minuto el hombre comienza a toser. Renzo lo sitúa de lado para que expulse las secreciones que salen de su boca mientras pide que le traigan papel para limpiarlo y una toalla para colocar bajo su cabeza mientras esperan a la ambulancia. En toda la escena su mujer permanece muy nerviosa llamando constantemente por su nombre a su marido y preguntando al señor Napoli qué debía hacer. En ese momento Renzo acerca la mano de la mujer al pecho de su marido y al notar ella los latidos de su corazón se calma instantáneamente. Rápidamente llega la ambulancia, una ambulancia básica y una UVI que trasladan al paciente a la clínica el Rosario.

En la entrevista el señor Napoli destaca por un lado lo importante que ha sido poder disponer de un desfibrilador desde el primer instante. Precisamente unos días antes, él mismo impartió una charla a  todos los usuarios del polideportivo sobre el uso de desfibrilador para que todo el mundo supiera qué debían hacer y dónde estaba situado el DESA en caso de ser necesario.Para este técnico de emergencias sanitarias no era su primera parada,  aún así  a pesar de su experiencia relata que  “siempre es impactante ver la cara sin vida de la persona que está literalmente en tus manos en el momento de la RCP”.

Cuando la ambulancia se llevó al paciente en tan solo unos minutos llegó la hora de la cena. En el pabellón reinaba un ambiente de emoción silenciosa diferente al tumulto de otros días. Todos los presentes fueron plenamente conscientes de lo importante que es disponer de un desfibrilador y saber como utilizarlo para salvar la vida de una persona que se encuentra ante una parada cardiaca. Nuestra enhorabuena por este feliz desenlace.